La provincia andaluza promueve un sistema de recarga de autobuses eléctricos desde el suelo, que permite ofrecer una total autonomía a los mismos. Se trata de la línea L de la Empresa Malagueña de Transportes (EMT), que da servicio a la comunidad de estudiantes del campus de Teatinos. Es una zona tranquila y poco transitada donde los autobuses hacen un recorrido de 2,5 kilómetros en el que tardan entre 10 y 12 minutos de trayecto.
A finales de septiembre ya se empezó a poner en práctica un sistema en estos autobuses para que cuando finalizasen su recorrido, pudiesen recargar de nuevo sus baterías en unos patines, es decir, tres placas ubicadas en el asfalto que alimentan la energía del autobús mediante el simple contacto. Una batería localizada en el suelo que se plantea como una forma pionera y eficiente para promover la movilidad eléctrica y sostenible en Málaga.
Carga rápida y eficiente
Se trata de una carga rápida y silenciosa que es invisible para el usuario y que permite recargar el autobús entre dos y cinco minutos, según la necesidad de carga de cada momento, ofreciendo una total autonomía al medio de transporte público, sin influir negativamente en los horarios establecidos, ni retrasar ni un minuto los tiempos que están estipulados en el trayecto convencional.
Es un proyecto llamado PALOMA (Prototype for Alternative Operation of Mobility Assets), es decir, prototipo para la operación alternativa de activos de movilidad, la cual se está probando para ver cómo funciona su influencia en la red eléctrica, la operación de recarga, cuál va a ser la experiencia del viajero…
¿Qué beneficios tendrá?
- Bajo impacto visual
- Gasto energético menor
- Mayor seguridad vial
- Reduce las emisiones de Co2 y los gases de efecto invernadero
- Es un sistema de recarga soterrado y no afecta al paisaje urbano ni al resto de vehículos, los cuales podrán circular con total seguridad.
Para funcionar sólo necesita la instalación de un aparato en la parte inferior de los autobuses eléctricos, que puede adaptarse a cualquier tipo de fabricante. Lo mejor de este tipo de tecnología es el uso de poder disfrutar de mucha potencia en poco tiempo y de poder responder a las necesidades de suministro de energía de una forma eficiente y sostenible. Son pasos firmes hacia la movilidad del futuro que deberá ser, sin ningún tipo de duda, sostenible. La movilidad eléctrica permitirá conseguir un transporte público mucho más digitalizado y menos contaminante, además de obtener una mayor seguridad vial y eliminar fallos humanos, entre otras cosas.
El proyecto PALOMA está financiado por los Fondos Feder de la Unión Europea y del CDTI (Centro para el Desarrollo Tecnológico Industrial), además de contar con el apoyo del Ayuntamiento de Málaga, la Universidad de Málaga y el Ministerio de Economía y Competitividad.