El Gobierno alemán anunció un plan para luchar contra el cambio climático en el que van a invertir hasta 54.000 millones de euros en ámbitos de energía, transporte, construcción e innovación y desarrollo.
El objetivo de esta gran inversión es alcanzar una reducción del 55% de las emisiones de Co2 para el año 2030 con respecto a las que habían en 1990, según ha dictaminado la Unión Europea, después de ver que Alemania no podrá cumplir la reducción del 40% para el 2020.
70 medidas para conseguirlo
Se trata de un paquete de 70 medidas para abordar la crisis climática y luchar, encarecidamente, contra la crisis de urgencia que estamos viviendo con el cambio climático. La medida principal es el establecimiento de una nueva tasa para combatir las emisiones Co2, que irá creciendo progresivamente, hasta que pueda ponerse en marcha un mercado de derechos en el que participarán las empresas que generen o distribuyan combustibles para el transporte o para la calefacción.
En 2021 se empezarán a pagar 10 euros por cada tonelada de Co2 y el precio irá aumentando de forma progresiva, hasta que en 2025 cueste 35 euros cada tonelada, cuando entre en funcionamiento el mercado de derechos de emisiones. Esto afectará, en consecuencia, al precio de la gasolina, el diesel, el gasóleo para las calefacciones y también al gas natural.
También se controlará la banda de fluctuación del precio de la tonelada de Co2 con el fin de que no lastre demasiado el poder adquisitivo de los consumidores, los cuales verán aumentar la desgravación por su desplazamiento diario al trabajo.
El precio del tren será más barato, (de un 19% de IVA a un 7%) y el billete de avión será más caro. También se fomentará la producción de las energías limpias, con ayudas a la energía solar fotovoltaica e también con incentivos para que muchos municipios puedan sumarse a las energías renovables, instalando plantas eólicas.
Estas medidas incluyen un precio para las emisiones domésticas y también la posibilidad de incluir medidas más estrictas en el futuro, teniendo en cuenta que estas medidas afectarán a sectores como el transporte, la agricultura o la vivienda. El paquete de medidas también incluye opciones para ayudar a los hogares, para irse apartando del contaminante carburante para calefacción, el cual se usa en la mayor parte de la Alemania occidental.
Son grandes desafíos y retos a los que se enfrenta Alemania, por los que ha decidido finalmente sumar esfuerzos y apostar por la sostenibilidad. Con estas nuevas medidas lucharán por abandonar la energía mediante el carbón, desarrollar energías limpias, reducir las emisiones de dióxido de carbono, etc.
Una gran inversión, que no sólo mejorará la calidad de vida y la sostenibilidad en Alemania, si no que será un ejemplo para todos aquellos países que aún no han decidido sumar esfuerzos e invertir gran parte del presupuesto para combatir, con urgencia, la crisis climática que se está viviendo actualmente.