España es el país que va en cabeza en lo que se refiere a desarrollar este tipo de proyectos en sus ciudades y es que las Smart cities están revolucionando la planificación y gestión estratégica de las urbes, a fin de facilitar la vida de los ciudadanos mediante herramientas e infraestructuras como los “open data”.
La tecnología nos acompaña desde hace más años de los que creemos, de hecho, desde que se creó la primera herramienta para facilitar la vida del ser humano como puede ser la rueda o la palanca. La diferencia es que ahora la tecnología es capaz de interconectar todo tipo de utensilios entre sí, a fin de facilitar y hacer más cómoda y práctica la vida de las personas y sacando el mayor partido a sus acciones, es decir, que la tecnología ha pasado a ser tecnología inteligente. Esto ha permitido que las Smart cities se conviertan en el eje central sobre el que giran nuevas oportunidades de mercado.
En nuestro país el sector está desarrollado y cuenta con dos ventajas importantes, el Smart Cities World Congress y también la red española de ciudades inteligentes.
Información provechosa al ciudadano (Open Data)
El concepto de Smart city está relacionado con repensar los servicios que se ofrecen actualmente en la ciudad, para transformarlos en maneras más eficientes de trabajo y también creando la necesidad de disfrutar de nuevas prestaciones que van mucho más allá de las asistencias básicas.
El Open Data o apertura de datos públicos es imprescindible en una Smart City, dado que la sociedad debe poseer la información de forma transparente y tenerla a su alcance en todo momento.
¿Qué futuro tienen las ciudades tras el covid-19?
Después de esta pandemia todos hemos cambiado, también las ciudades cambian y cambiarán, ya que las personas tienen nuevas necesidades, como por ejemplo encontrar más resiliencia en las ciudades, más inclusión y que sean más sostenibles.
El covid-19 ha paralizado de forma drástica la actividad socio económica y sanitaria, lo que ha repercutido en muchos aspectos. De hecho, el coronavirus ha lanzado, de forma subliminal, nuevos retos para conseguir que las ciudades sean realmente un motor de desarrollo ambiental, social, económico y de bienestar para el ciudadano mediante:
- Crecimiento de la población en todo el mundo
- Urbanización; se espera que más personas vayan a vivir a una ciudad
- Alta demanda de alimentos y recursos
- Emergencia climática; necesidad de apostar por la sostenibilidad para reducir el impacto medioambiental. En 2030 se estima que casi el 50% de la población vivirá en áreas con estrés hídrico
Transformación digital; es un reto clave i transversal para fomentar la sostenibilidad y la salud ambiental.
La Smart city después de esta pandemia buscan ser funcionales, sostenibles, resilientes, eficientes y seguras, para que el ciudadano logre obtener el mayor bienestar posible y perciba que los recursos que tiene a su alcance satisfacen sus necesidades.