¿Qué es la eficiencia energética?

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Como su nombre indica, la eficiencia energética es el uso eficiente que se hace de la energía. Se produce cuando se consume una cantidad inferior a la media de la energía estándar para hacer una actividad. Las emisiones de CO2 que llegan a la atmósfera son cada vez más y, por eso, es tan importante apostar por la eficiencia energética.

Un producto o servicio eficiente es aquel que puede realizar el mismo trabajo que un producto o servicio convencional pero con menos energía y además se abastece, siempre que es posible, de energías renovables. El objetivo de la eficiencia energética es el de proteger al medio ambiente a través de la reducción de la intensidad energética, realizando el consumo justo y necesario.

Grandes ventajas

La eficiencia energética no sólo es una buena noticia para la salud del planeta, sino que también se traduce en un ahorro en tu factura y  te permite adoptar hábitos sostenibles e inteligentes en el consumo de energía de tu propio hogar. La eficiencia energética es la única opción posible para cuidar del medio ambiente. No se trata de una elección si no del único camino, para conseguir los retos para luchar contra el cambio climático y conseguir un mundo más justo, coherente y sostenible.

La eficiencia energética permite conseguir grandes ventajas también en la empresa, como es el aumento de la productividad,  un mayor rendimiento de los trabajadores, la salud y el bienestar de los mismos, una menor rotación de la plantilla, reducción de los costes de operación y mantenimiento, mayor valor añadido de los productos y servicios, menor exposición a la volatilidad del precio de la energía, una reducción de costes de capital y una mayor ventaja competitiva.

Transportes eficientes

El uso eficiente de la energía puede llevarse a cabo en edificios, procesos industriales, electrodomésticos, vehículos, sistemas de climatización, etc. La eficiencia energética ha supuesto una revolución también para los medios de transporte, porque se han presentado nuevas y renovables alternativas para moverse por la ciudad, como por ejemplo el coche eléctrico con el que podemos conseguir una conducción mucho más eficiente y menos contaminante para el planeta y para los habitantes del mismo. La eficiencia energética de un coche eléctrico representa casi el doble que la que obtiene un coche de gasolina o gasoil.

La energía del combustible en los vehículos de gasolina o gasoil se obtiene en forma de energía mecánica y sirve para el movimiento de las ruedas del vehículo, desaprovechándose así el 75% restante de la energía por rozamientos dentro del motor o en la tracción de los factores termodinámicos limitadores del rendimiento en los motores de explosión.

El vehículo eléctrico juega un papel fundamental en la reducción de emisiones de gases de efecto invernadero, porque es más eficiente energéticamente y además, la electricidad es mucho menos intensa que en los derivados del petróleo. Además de evitar, también, la emisión de otros gases nocivos para nuestra salud como son los óxidos de nitrógeno y las partículas en suspensión.