Soldadura aluminotérmica para carriles ferroviarios

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Hace unos años atrás notábamos el “traqueteo” del tren, pero hoy en día ya es casi imperceptible, ya que sólo notamos el impacto de las ruedas sobre las vías cuando pasamos por desvíos o cruces de vías. Esto se debe a que actualmente se han eliminado las discontinuidades del camino de rodadura como las uniones entre carriles. Antiguamente la unión entre carriles se llevaba a cabo mediante uniones atornilladas, utilizando bridas metálicas taladradas que unían los carriles yuxtapuestos en sus extremos, pero con la introducción de la soldadura aluminotérmica, se pudo conseguir un camino de rodadura reduciendo, así, las discontinuidades en la vía ferroviaria.

La soldadura aluminotérmica es una tecnología muy polivalente y representa un elemento imprescindible, por ejemplo, para el transporte ferroviario de alta velocidad o de alta capacidad de carga. La unión de perfiles pesados de acero a través de la soldadura aluminotérmica representa una gran solución, porque consigue obtener la máxima calidad en las uniones soldadas y, en consecuencia, la máxima seguridad y estabilidad en los acabados.

¿Cómo se lleva a cabo la soldadura aluminotérmica?

Es un proceso que debe realizarse siempre por un soldador profesional, porque implica un procedimiento peligroso en el que se crean reacciones químicas.

  • Lo primero es la preparación de los carriles; Retirar las piezas metálicas de la brida, los tornillos, etc.
  • Instalación del molde; La soldadura aluminotérmica viene en un molde con distintas piezas de ladrillo refractario de un solo uso y deberá encajar perfectamente en los carriles que deben unirse, con una separación de unos dos centímetros.
  • Preparación del crisol; El crisol es un cilindro huevo que en su parte inferior termina en un cono, con un agujero por el cual sale el caldo directamente al molde. Dentro del cono empieza la preparación del caldo y se vierte la mezcla de aluminio, óxido férrico, carbono y un reactivo inflamable. Al final se pondrá una tapa encima y se instalará encima del molde.
  • El cuarto paso es el calentamiento, empleando un soplete para calentar el molde y los carriles, evitando así un choque térmico con el caldo de la soldadura. Cuando está bien caliente se coloca el crisol encima del molde y se introduce una bengala en el crisol para inflamar el reactivo y transformar el óxido férrico en acero, gracias al aluminio y la aportación de carbono.
  • Después, el caldo funde el tapón del cono del crisol y provoca su precipitación al interior del molde.
  • Y después del proceso de vertido, el proceso acaba con el enfriamiento y el perfilado, que se produce una vez llenado el molde. Se retiran las mordazas que mantenían el molde y se acciona la cizalla para quitar el molde y el metal que sobra. Después se perfila la forma de la cabeza del carril y ya ha finalizado el proceso de soldadura aluminotérmica en los carriles ferroviarios.